Telecomunicaciones: la débil situación financiera de la industria en la región que quedó en evidencia en el MWC
El director de negocio mayorista y asuntos públicos de Telefónica Hispam, José Juan Haro, contó que en donde operan están buscando todas las fórmulas para dar sostenibilidad y retener a sus accionistas.
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El diagnóstico del presidente de Telefónica Global, José María Álvarez-Pallete, en el Mobile World Congress (MWC) sobre la situación de las filiales en Latinoamérica hizo abrir los ojos sobre la debilidad financiera que enfrenta la industria en la región. Y es que el mensaje es claro: las empresas que dejen de ser sostenibles, corren el riesgo de que les ponga un cartel de venta.
De manera silenciosa, los costos comenzaron a incrementar y los ingresos a disminuir, ingredientes que formaron una olla a presión para las compañías que buscan dar viabilidad a su negocio en una industria en que los márgenes se han achicado ostensiblemente.
El director de negocio mayorista y asuntos públicos Hispam, José Juan Haro, contó que en todos los países, desde México a Chile, están conscientes de que la estrategia para retener a los inversionistas es una silla de tres patas: la primera, encontrar soluciones vía venta o alianzas para aliviar su estructura; la segunda, empujar nuevas regulaciones más flexibles de cara a la compartición de infraestructura; y la tercera, lidiar con un entorno económico en que las tasas están a un 11,4%, la inflación acumulada es de 20% en los últimos dos años y la brusca volatilidad de cambio, tras la pandemia.
“Tenemos que cumplir con dos cosas, entregar rentabilidad a los accionistas y dar servicios de alta calidad a nuestros clientes”, apuntó.
Durante la MWC, el presidente y CEO de Telefónica España, José María Álvarez-Pallete, planteó que este conflicto no sólo es para Latinoamérica, sino que también ocurre en Europa. En su rol como presidente de la GSMA -que agrupa a Telefónica, Deutsche Telekom, Orange y Vodafone- se advirtió que los números no cuadran.
De acuerdo a Cinco Días, el directivo insistió en la necesidad de que se fije un nuevo marco regulatorio, destacando el impulso de las redes abiertas y el RAN Sharing. “Nosotros estábamos regulados en España porque hace años Telefónica era un antiguo monopolio incumbente de cobre. Ya no somos monopolio, ni incumbente, ni de cobre; somos de fibra. Pido la desregulación total. La regulación se ha quedado obsoleta. El marco actual viene de un siglo anterior. Estamos sacrificando la visión de una política industrial de cara al futuro”, afirmó.
La pared regulatoria
Los dueños de Movistar están convencidos que la transformación de la industria se viene sin dar tregua a ningún competidor. Y el principal objetivo es crear mayor escala en el negocio. Según José Juan Haro es ineficiente que el sector impulse onerosas inversiones por separado, porque “innecesariamente” se incrementan los costos. No obstante, si se quieren impulsar cambios tanto Telefónica como cualquier otro rival, se debe sortear con la pared regulatoria.
“Hay dificultades en la comprensión y en el análisis por parte de las autoridades de competencia. Por ejemplo, nuestra operación inicial para la creación de Onnet Fibra en Chile se aprobó relativamente rápido, pero luego la incorporación de Entel les tomó casi un año de evaluación. Evidentemente esto ralentiza los procesos empresariales”, expresó.
Y si bien Haro explicó que está satisfecho por el ingreso de Entel, el tiempo se añade como un ingrediente más en este escenario convulso. A ojos del ejecutivo los organismos como la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) en Chile también requieren una modernización en, al menos, dos frentes.
“En primer lugar deben hacerse parte del problema de sostenibilidad financiera y relajar las exigencias asociadas a la portabilidad o a la contactabilidad de los clientes, pues son una exageración. En Chile, no entiendo por qué se puede portar un usuario dejando una deuda pendiente. Y en segundo orden, es necesario que la regulación evolucione estructuralmente para dar cuenta del momento que vivimos, la economía digital”, expresó.
De esta manera, Haro explicó que desde las autoridades de gobierno, como los organismos antimonopolios tienen que comenzar a abrir el debate sobre profundizar las estructuras de compartición, tales como alianzas para comprar equipos y radiobases, entre otros mecanismos.
Los riesgos de perder a los accionistas
No es una sorpresa para nadie que la situación macroeconómica en Latinoamérica sea históricamente compleja. Sin embargo, José Juan Haro explicó que el problema es que el desempeño de las filiales se volvió “más pobre que en el pasado, entre todos los operadores”.
“Estamos satisfechos a nivel de Movistar porque somos los líderes de la industria en despliegue de nuevas tecnologías, tanto en fibra óptica como 5G en ingresos y rentabilidad. Pero eso no quiere decir que estemos contentos porque esos retornos que obtenemos son insuficientes, porque se encuentran por debajo del costo de capital”, esgrimió Haro.
Y agregó: “nuestros inversionistas solo estarán dispuestos a invertir en el futuro si somos capaces de entregar retornos mayores de los que estamos ofreciendo”.
De acuerdo con Haro, los inversionistas disponen de sus recursos en ambientes con mayores certezas. Así, comentó como ejemplo que actualmente poner el dinero en una institución bancaria “donde está seguro” le entrega un interés superior a una compañía de telecomunicaciones. “Hay que ser conscientes de que si esta realidad se mantiene, nuestra industria no va a poder contar con los recursos financieros que necesita para poder seguir expandiendo las redes y atendiendo a los latinoamericanos”, remató.